|
Bessarion, cardenal de Sabina, saluda al platónico Marsilio Ficino.
Respetado y docto varón, amigo nuestro: en cartas anteriores prometimos enviarte nuestro trabajo compuesto a la luz de las velas en defensa de Platón, el cual acaba de ser publicado. Lo hacemos no sólo por vuestro talento y afición singular por la doctrina platónica, sino también para que podáis ver fácilmente lo que hemos extraído de dicha fuente y leerlo.
Si en esta obra nuestra, pues, destaca alguna elocuencia o conocimiento de las artes liberales, si hemos conseguido nuestro propósito, admitimos de buena gana que se opine que hemos extraído todo ello de Platón, o bien que él mismo se ha procurado su propia defensa. Y afirmamos también que nos parece que es un mérito suyo en gran medida haber defendido su causa con sus propias energías y su magnificencia. No necesitaba ningún auxilio ajeno, y apenas ha dado cabida a la voz y el celo de su defensor.
Te enviamos este libro por conducto de quienes se ocupan de los asuntos de los Medici aquí. Al enviároslo, pensamos haber satisfecho la palabra dada y nuestra promesa completamente como también, en parte, vuestro afán y entusiasmo por Platón.
Adiós, y haznos saber que recibes el libro.
13 de septiembre de 1469.
Roma.
Traducción: Marc García.
|