COSME DE MEDICI Y ELEONORA DE TOLEDO

Durante el Renacimiento era habitual representar las figuras de los príncipes y señores presidiendo la decoración de las estancias y gabinetes. Con ello se quería hacer resaltar no tanto el poder personal como la idea de que la nobleza, por su condición regia, asumía la función de proteger las artes y las ciencias. No olvidemos que la alquimia es el Arte Real, cuyo fin es restituir en el hombre su condición central en la obra de la creación mediante el conocimiento de las leyes de la cosmogonía. Presidiendo el gabinete de Francisco I encontramos las figuras de sus padres, Cosme de Médici y Eleonora de Toledo. La de esta última se halla situada encima de la puerta de entrada al gabinete, y la de Cosme de Médici justo enfrente de ella. Observemos que ambos cuadros están enmarcados por un círculo rodeado por los signos del zodíaco, lo cual está refiriéndose al carácter celeste que los artistas encargados de la decoración del gabinete quisieron otorgar a estos personajes. Es significativo observar que cada uno de los círculos tiene representado solo la mitad del zodíaco, aludiendo sin duda con ello ala idea de que únicamente reuniendo las dos figuras (el hombre y la mujer, lo activo y lo pasivo, el azufre y el mercurio, el cielo y la tierra) podría completarse el círculo zodiacal entero, es decir la «rueda de la vida» (esto es lo que significa la palabra zodíaco), que manifiesta la totalidad de los ciclos de existencia particulares y universales.