Antolog'a de Textos HermZticos
LAS FUERZAS SAGRADAS DEL UNIVERSO MAYA
MERCEDES DE LA GARZA
2ª Parte (6)
Templo-monstruo de Chicanná, Campeche.
52. Templo-monstruo de Chicanná, Campeche (foto de T. Pérez).

LOS ESPACIOS SAGRADOS

Los espacios sagrados, o lugares, donde se manifiestan los dioses pueden ser lugares especiales en espacios no habitados por el hombre, como las selvas, las fuentes y las montañas. Pero son también los centros ceremoniales, construidos en lugares que presentan ciertas características muy notables que los distinguen como residencias de seres divinos. Los centros ceremoniales, que se encuentran en el corazón de las ciudades Mayas, fueron concebidos como imágenes del cosmos. 

La cosmogonía y la cosmología fueron el modelo constructivo, como en todas las ciudades antiguas de los pueblos religiosos. Federico González dice: 

"Toda ciudad se encuentra en el centro del universo; la construcción no ha sido posible más que gracias a la abolición del espacio y del tiempo profanos, y a la instauración del espacio y del tiempo sagrados. La ciudad es siempre una imago mundi, una imagen del mundo".76  
 
Además, las ciudades Mayas fueron construidas siguiendo una orientación astral,77 lo que impregna los espacios de energías sagradas que emanan de los seres celestes en sus trayectorias. Así, las plazas, templos y pirámides, terrenos de juego de pelota, arcos y caminos adoquinados, patios y otros edificios, simbolizan los espacios primordiales del origen de los tiempos, los tres grandes niveles del universo, así como los caminos de los astros. 

Por ejemplo, Carrasco escribe describiendo Calakmul, en Campeche: 

"Los Mayas clásicos, cuando configuraban su espacio urbano, buscaban reproducir el paisaje sagrado del mito de la creación del mundo. El dibujo del eje Norte-Sur de la plaza central de Calakmul es una ordenación simbólica donde la superficie de la plaza representa el mar primordial, y las plataformas piramidales las montañas sagradas donde moraban los ancestros y las divinidades."78 
Se puede añadir que la reproducción del espacio de la creación en la arquitectura maya santificaba las actividades realizadas en esos lugares, actividades que eran no solamente rituales sino políticas, puesto que las dos tenían un carácter religioso para los Mayas clásicos. 
 
Mapa de Calakmul, Campeche.
Mapa de Calakmul, Campeche
Juego de Pelota, Copán.
El Juego de Pelota A-III y la Gran Plaza de Copán

Las plazas permitían al pueblo participar en las ceremonias religiosas oficiales (arriba), mientras que arriba de las pirámides, los templos eran el espacio reservado a los sacerdotes, el sancta sanctorum donde sólo estos podían acceder a fin de proceder a ceremonias tales como los sacrificios humanos (ver arriba y abajo, y el Templo del Sol de Palenque). 

 Pirámide del Adivino, Uxmal.
La Pirámide del Adivino, Uxmal

Los templos situados arriba de las bases piramidales pueden representar ya sea el último estrato del cielo, ya sea el nivel terrestre de donde se desciende hacia el inframundo, y las pirámides que los sostienen simbolizan los estratos celestes e infraterrestres, como los templos de la Cruz y de las Inscripciones de Palenque, imágenes cosmológicas del cielo y del inframundo, como lo hemos explicado en el capítulo II (el cosmos espacio-temporal).

 Acrópolis, Toniná.
Vista de las decoraciones de la Acrópolis de Toniná
Mapa de Toniná
Mapa de Toniná

Igualmente los conjuntos, como la Acrópolis de Toniná (arriba), han sido interpretados como imágenes cosmológicas; Juan Yadeum dice que la Acrópolis tiene siete plataformas de las cuales las tres últimas representan los tres niveles cosmológicos, y que simboliza la subida al cielo y el descenso al inframundo. Al mismo tiempo, la montaña sagrada está orientada según el movimiento solar y los dos extremos equinociales.79

En Dzibanché, frente al Templo I, se abre una plaza limitada al Norte y al Sur por dos edificios de igual longitud, cada uno con dos galerías y nueve aberturas al exterior que simbolizan los nueve niveles del inframundo.80

Los templos representan a veces el monstruo serpiente en el cual los gobernadores se trascendían en el curso de sus ritos iniciáticos. Ellos son llamados templos-monstruos (o "fachadas zoomórficas"), se les encuentra principalmente en el estilo de Río Bec, de Chenes y de Puuc de la península del Yucatán (fig. 52; pl. 58, 60), pero también en lugares clásicos del área central, como Copán y Palenque (fig. 46). La fachada entera de los templos-monstruo es una enorme máscara central cuya boca constituye la entrada; una hilera de dientes y dos ojos en hueco y en forma de voluta coronan la puerta; tiene orejas en cada lado y otros elementos decorativos como serpientes, nichos y grecas.

El templo-monstruo parece representar el lugar divino donde sólo pueden entrar aquellos que han sido sacralizados, los iniciados, puesto que para los Mayas, ser engullido por una serpiente es la manera de adquirir poderes sobrenaturales. Así, el interior del templo simboliza las entrañas de la gran serpiente Maestro de la iniciación, allí donde ciertos hombres se transforman en chamanes. 

 Traducción: Miguel A. Aguirre

 

2ª Parte (y 7)

NOTAS 
76 González, Federico, Los símbolos precolombinos, Barcelona, Obelisco, 1989. Edizione italiana, a cura di Agnese Sartori: I simboli precolombiani, Edizioni Mediterranee, Roma, 1993. Cap. IV.
77 Ver Aveni, Anthony, Skywatchers of Ancient Mexico...
78 Carrasco, Ramón, Silvianne Boucher, "Calakmul, espacios sagrados y objetos de poder", Arqueologia Mexicana, vol. II, num. 10, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, octubre-noviembre, 1994.
79 Yadeum, Juan, "Toniná, espacio sagrado de la guerra celeste", Arqueología Mexicana, Instituto Nacional de Antropología e Historia, vol. II, nº 8, junio-julio, 1994, p. 25.
80 Nalda, Enrique, Luz Evelia Campaña, Javier López Camacho, "Sur de Quintana Roo, Dzibanché y Kinichná"..., p. 17.


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